Cuatro jóvenes voluntarios de la Cruz Roja Chilena participaron con entusiasmo en el Campamento de Juventudes de la Cruz Roja Uruguaya, una experiencia inolvidable que unió culturas, fortaleció lazos institucionales y potenció la voz activa de las juventudes en el Movimiento.
Con emoción y orgullo, la Junta de Gobierno, la Dirección Nacional de Juventud y la Dirección Ejecutiva de la Cruz Roja Chilena dieron la bienvenida a los cuatro voluntarios que representaron a la institución en el Campamento de Juventudes de la Cruz Roja Uruguaya: José Zappettini, Catalina García, Aileen Gonzales y Jociel Arenas. En un encuentro lleno de alegría y sentido, los jóvenes compartieron anécdotas, aprendizajes y reflexiones que dan cuenta del enorme valor de estas instancias de intercambio internacional.
“Nos recibieron muy bien, la convivencia fue increíble y se generaron lazos con distintas Sociedades Nacionales, no solo con Uruguay, sino también con Italia. Fue un intercambio cultural muy grato”, comentó Jociel Arenas, voluntario de la filial Providencia, al recordar la experiencia.

Estas vivencias fortalecen no solo el crecimiento personal de quienes participan, sino también el compromiso colectivo de la Cruz Roja Chilena por seguir impulsando espacios seguros, diversos, participativos y llenos de alegría, donde las juventudes puedan expresar sus ideas, liderar cambios y construir redes de colaboración más allá de las fronteras.
Actividades formativas, vínculos solidarios y proyectos compartidos fueron solo algunas de las huellas que dejó este campamento. Una experiencia transformadora que reafirma el rol protagónico de las juventudes en la construcción de una Cruz Roja cada vez más inclusiva, activa y conectada con las realidades globales.
Desde la Cruz Roja Chilena, extendemos un profundo y afectuoso agradecimiento a la Cruz Roja Uruguaya por abrir sus puertas, corazones y espacios para recibir a nuestros voluntarios. Su generosidad, compromiso y calidez hicieron de este campamento un hito significativo para seguir fortaleciendo el tejido humanitario que nos une como Movimiento.
Porque cuando las juventudes se encuentran, se escuchan y se inspiran, nace un futuro más humano, solidario y lleno de esperanza.