En un emotivo acto cargado de esperanza y compromiso, la Cruz Roja recibió un especial reconocimiento en Cartagena por su incansable labor durante décadas. Este homenaje se llevó a cabo en el marco de la conmemoración de los 40 años de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, un instrumento jurídico que transformó el panorama de protección y soluciones para personas refugiadas en América Latina y el Caribe.
La Declaración de Cartagena, adoptada en 1984, marcó un antes y un después en la tradición regional de solidaridad, asilo y protección. Inspiró el llamado Proceso de Cartagena, un modelo pionero de cooperación que se ha convertido en un referente global por su enfoque humanitario y su compromiso con la responsabilidad compartida. Desde entonces, ha impulsado iniciativas como el Plan de Acción de México de 2004 y el Plan de Acción de Brasil de 2014, ambos diseñados para enfrentar los retos del desplazamiento forzado en la región.
En el evento, se destacó el papel fundamental de la Cruz Roja y la Media Luna Roja como insignias de esperanza y fortaleza. Su labor humanitaria, reconocida a nivel mundial, ha sido crucial para brindar apoyo y consuelo a millones de personas afectadas por el desplazamiento y otras crisis.
Este reconocimiento también coincide con un momento clave para el Proceso de Cartagena, ya que Chile preparó la presentación de la Declaración de 2024, un plan de diez años que reafirma el compromiso regional con el Pacto Mundial sobre los Refugiados. Esta nueva etapa busca mantener viva la esencia de solidaridad, cooperación y visión pragmática que ha caracterizado a este proceso a lo largo de su historia.
En un mundo que a menudo enfrenta divisiones y conflictos, la Cruz Roja sigue siendo un símbolo de unidad y acción desinteresada, recordándonos que la solidaridad es el puente hacia un futuro mejor.